FRONTERA LUSO-ESPAÑOLA

INTRODUCCIÓN

Aunque la configuración territorial de la frontera hispano-portuguesa —popularmente conocida como la Raya (o a Raia, en portugués y gallego)— data sustancialmente de la época medieval, la delimitación exacta, moderna y definitiva de la misma no se fijó legalmente hasta el Tratado de Límites de 1864 y el Convenio de Límites de 1926. El primero de estos Tratados, firmado en Lisboa el 29 de septiembre de 1864, establece los límites de la frontera comprendida entre la desembocadura del río Miño y la confluencia de los ríos Caya y Guadiana, mientras que segundo, firmado, también en Lisboa, el 29 de junio de 1926, delimita  la frontera desde la confluencia del río Cuncos con el Guadiana hasta la desembocadura de éste en el mar. Al margen de ambos Tratados quedó únicamente el límite fronterizo definido por el Guadiana entre los ríos Caia y Cuncos, coincidente en su mayor parte con el del municipio de Olivenza (Olivença en portugués), que, aunque pasó a la soberanía española en virtud de la Guerra de las Naranjas y los Tratados de Badajoz y Madrid de 1801, ha sido objeto posteriormente de un contencioso diplomático largo entre los dos Estados,  congelado y diluido en la práctica desde de la incorporación de éstos a la Comunidad Económica Europea.

El Tratado de Límites de 1864 se aprobó durante los reinados de Isabel II de España y Luis I de Portugal, siendo ratificado por los monarcas y las Cortes de ambos países, respectivamente, en 1865 y 1866. Su texto se compone de un preámbulo y treinta y un artículos, y fue completado en 1866 con dos Anexos de Reglamentos relativos, respectivamente, a  los ríos limítrofes y los prendamientos de ganado. Las operaciones para ejecutar la demarcación prevista en dicho Tratado se prolongaron durante cerca de cuarenta años,  concluyendo con el Acta General de Demarcación, aprobada en Lisboa el 1 de diciembre de 1906. Al igual que los Tratados de Bayona firmados entre 1856 y 1868 entre España y Francia, que delimitan de forma definitiva la frontera entre esos dos países, el Tratado de Lisboa de 1864 expresa la firme voluntad de los Estados liberales español y portugués por deslindar de forma precisa, exclusiva e indivisible los territorios bajo su soberanía. En este sentido, el Tratado trató de poner fin a numerosos contenciosos territoriales en áreas donde la línea fronteriza  no estaba claramente delimitada; acabó  con la anómala situación que presentaban determinados núcleos o términos partidos por la línea fronteriza (caso de los denominados “pueblos promiscuos”); y  supuso también la desaparición del llamado Coto Mixto, un enclave de estatus político y administrativo ambiguo, heredado del Antiguo Régimen,  que gozaba de múltiples privilegios y escapaba en muchos aspectos a la soberanía de los dos reinos.

tabla
Cronología del proceso de delimitación y demarcación de la frontera hispano-portuguesa desde la desembocadura del Miño hasta la confluencia de los ríos Caya y Guadiana (1854-1906)

Las tareas principales de preparación y posterior ejecución del Tratado de 1864 fueron acometidas por las Comisiones Mixtas de Límites, constituidas en 1854-1855 y compuestas fundamentalmente por diplomáticos y militares de ambos países. La participación de los facultativos militares (procedentes, en su mayor parte, de los Cuerpos de Ingenieros y de Estado Mayor del Ejército) fue especialmente importante en las tareas de tipo técnico, que incluían el reconocimiento sobre el terreno, la descripción geográfica y el levantamiento cartográfico de los territorios rayanos, así como la demarcación provisional o definitiva de los límites fronterizos. A estos cuerpos correspondió, por tanto, la misión de trazar, amojonar y representar con precisión científica una línea que no sólo es fiel reflejo del desarrollo de una noción moderna de la soberanía y del territorio, sino que también posibilitará dicho desarrollo.

Texto del Tratado de Limites de 1864
Texto del Tratado de Límites de 1864, publicado en la Gaceta de Madrid de 8 de junio de 1866

La presente exposición se apoya en una selección de quince documentos (la mayor parte de ellos mapas y planos inéditos) referidos al sector galaico-portugués de la frontera luso-española, que fue el primero en ser reconocido y delimitado, y uno de los que más controversias suscitó. Los objetivos principales de la misma, aparte de los de carácter conmemorativo, son tres: en primer lugar, mostrar la evolución de las representaciones geográficas de este sector de la Raya desde el Antiguo Régimen hasta su demarcación definitiva; en segundo lugar, ayudar a entender algunas de las claves definitorias de la organización espacial de la frontera hispano-portuguesa a lo largo de este período, tal y como se reflejan a través de dichas representaciones;  y, por último,  reivindicar y dar a conocer el original y valioso patrimonio documental (geográfico y cartográfico) derivado de la labor de las Comisiones Mixtas de Límites luso-españolas. Como se pretende poner de manifiesto en la exposición, este patrimonio resulta representativo no sólo de los intereses nacionales particulares de país, en ocasiones enfrentados, sino también, e incluso en mayor medida, de la colaboración y la cooperación científicas entre ambos.

 

La frontera hispano-portuguesa a fines del Antiguo Régimen

El Tratado de Límites de Lisboa: preparación y negociaciones (1854-1866)

La demarcación de la Raya y la labor cartográfica de la Comisión Mixta de Límites (1866-1906)